Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales https://siobhanyaeb638814.blogzag.com/81892640/todo-sobre-el-cabezazo-de-zidane-en-el-mundial-de-alemania